Los tics del candidato Piñera
En mayo del año pasado, sus asesores le prepararon un video que contenía imágenes de programas de televisión e intervenciones públicas donde eran notorios los movimientos involuntarios.
Cuando Piñera vio las imágenes, decidió ir al neurólogo. El especialista diagnosticó que la única manera de reducir los tics era tomar medicamentos, que podrían tener como efecto secundario el "bajarle las revoluciones", como cuenta un asesor.
Ante esta disyuntiva, Piñera desechó por completo cualquier posibilidad de medicarse y prefirió intentar controlar mentalmente los gestos, especialmente en los espacios televisivos.
Una de las técnicas que usa es realizar los movimientos más despacio, para que sean menos notorios, o realizarlos cuando sabe que no está siendo enfocado. Y sus cercanos han visto notables mejoras.
PIÑERA Y OMINAMI SE HICIERON AMIGOS EN CAMPAÑA
Era cerca de la una de la mañana y Sebastián Piñera volvía a su pieza en un hotel de la ciudad de Concepción una fría noche a fines de julio.
Venía muy cansado y en el pasillo escuchó la voz de un "pasajero" que hablaba acaloradamente por teléfono. Según cuentan cercanos, él pensó en la mala suerte de tener un "vecino gritón" hasta que logró reconocer que la voz era de Marco Enríquez-Ominami, quien también hacía campaña en la zona.
Piñera decidió tocar la puerta y ME-O(Marco Enrique Ominami ), sorprendido y a medio vestir, lo invitó a pasar. Pidieron una botella de vino tinto y estuvieron conversando hasta las 4 de la mañana.
Según se sabe, ambos mantienen una buena relación más allá de los temas políticos. Incluso existe entre ellos un profuso intercambio de correos con bromas e incluso saludos de cumpleaños.
Las biografías al estilo Obama que Piñera no publicó
A mediados de 2007 una idea comenzó a rondar por la cabeza de Sebastián Piñera. Quería mandar a escribir una biografía de su vida, basada en una serie de entrevistas al estilo "Dreams from muy father" de Barack Obama o de "El libro de Lagos" de Patricia Polizter.
El proyecto estuvo a cargo del periodista Francisco Mouat, pero se detuvo en febrero de 2008. Meses después volvió a la carga y encargó una nueva biografía a un escritor chileno. Además, un cercano grupo de colaboradores comenzó a sentar las bases para un documental con la vida del candidato.
Sin embargo, ninguna de estas ideas prosperó. A Piñera no le gustaron los resultados de los proyectos y sus asesores le hicieron ver que cualquier producto biográfico, literario o audiovisual, podría abrir un flanco y causar más daños que beneficios a su imagen.
En todo caso, el material no fue desechado y aún no se descarta que pueda ser utilizado ahora siendo presidente.
La tarjeta de crédito que le rechazaron a Piñera en un restaurante
Fue un momento de descanso en medio de la campaña. Un sábado de julio llegó Sebastián Piñera junto a un grupo de colaboradores muy cercanos a comer al restaurante Guernika. Ahí estaban el senador Andrés Allamand junto a la diputada Marcela Cubillos, el asesor piñerista Rodrigo Hinzpeter junto a su esposa y también el diputado Nicolás Monckeberg y el senador Alberto Espina, ambos también acompañados por sus señoras. Al final de la velada, Sebastián Piñera se ofreció a pagar la cuenta.
El candidato -quien fue el artífice de la llegada del "dinero plástico" a Chile- le extendió entonces al mozo una de sus tarjetas de crédito. Y siguió la conversación entre los comensales. Pero minutos después se acercó el mozo y le dijo al oído al candidato: "Perdone, pero no podemos aceptar su tarjeta".
La razón era que en ella aparecía el nombre "Miguel". Lo que no sabía el mozo era que el nombre completo del abanderado es Miguel Juan Sebastián Piñera. A partir de ese momento las bromas no pararon. "¿Creerían que iba a pagar el Negro"?, cuentan que decía entre risas Piñera.
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